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TRANFORMACIÓN TERRITORIAL

Guía conceptual y metodológica para hablar de transformación territorial con niñas y niños de Moravia y la Comuna 4 – Aranjuez

Proyecto TENEMOS ALGO QUE DECIR

Elaborada por: Andrea Giraldo García

Introducción

El proyecto “Tenemos Algo que Decir. Voces de los niños y las niñas de Moravia y la comuna 4 Aranjuez” (CDCM, 2021) es realizado con las niñas y los niños que participan de las iniciativas pedagógicas y de mediación artística, cultural y comunitaria del Centro de Desarrollo Cultural de Moravia. Tiene como propósito “Reconocer las voces de las niñas y los niños mediante relatos multimediales creados a partir de diversas expresiones artísticas y pedagógicas del Centro Cultural, de manera que se contribuya al empoderamiento e incidencia de los intereses, preguntas y sueños de la niñez en la construcción territorial de la Comuna 4”. En este sentido, se hace necesario explorar la pregunta por la experiencia sensible de las niñas y los niños, quienes a partir de la vivencia expresan la manera como viven y entienden las relaciones entre conflicto, desigualdad social, derechos, territorio y construcción de paz, así como sus sentimientos y la transformación de sus cotidianidades para poder imaginar otro presente y futuro posible.

De acuerdo con las anteriores premisas, este documento es una guía conceptual y metodológica con la que se espera ofrecer orientaciones que permitan a las y los formadores del Centro de Desarrollo Cultural de Moravia, abordar temas relacionados con el Territorio y su Transformación, a la vez que llevan a cabo procesos pedagógicos culturales y artísticos con niñas y niños de Moravia y Aranjuez. En primer lugar, se plantea un acercamiento al concepto de territorio, considerando las variaciones que éste ha tenido en relación con el tiempo y sus disciplinas de estudio, considerando el lugar especial que ha cobrado la memoria en este devenir, así como algunas categorías relevantes para abordar este concepto; posteriormente, se proponen algunos lineamientos metodológicos y didácticos en los que el Territorio y la Memoria cobran un lugar especialmente importante en el marco del proyecto Tenemos Algo que Decir y, en general, de las apuestas pedagógicas del CDCM; por último, se sugieren algunos recursos audiovisuales y escritos que pueden servir a las y los formadores en su proceso de aprendizaje y reflexión continuos.

Lineamientos conceptuales: Territorio y Memoria

El territorio es un concepto que ha atravesado por múltiples variaciones en razón de cada momento histórico en que ha sido utilizado y estudiado; estas variaciones han estado determinadas por las formas en que el territorio ha sido concebido por los diferentes grupos sociales, siendo las dinámicas de poder determinantes en dichas concepciones. No obstante, la realidad conflictiva y violenta de la humanidad ha permitido que las personas sintamos cada vez más la necesidad de reconocernos como “parte de” (un grupo, un lugar, etc.), lo que también ha permeado las concepciones y comprensiones que cada grupo social tiene con respecto al territorio, haciendo de éste en la actualidad un concepto con múltiples definiciones, connotaciones y usos que, a veces se superponen y complementan y, otras, generan disputas y tensiones entre los diferentes grupos sociales; y es aquí donde la memoria cobra especial valor, pues esas múltiples comprensiones del territorio se tejen y configuran a partir de las vivencias de quienes lo habitan, a partir de lo que fue su pasado y de cómo lo reinterpretan para construir un futuro mejor.

El territorio ha sido tradicionalmente un concepto de uso geográfico y fisiográfico, que se relaciona principalmente con la distribución y los usos del suelo y sus riquezas, lo que al mismo tiempo representa la distribución del poder, contabilizando montañas, ríos, mares, bosques, desiertos, minerales, animales, flora, etc., que se convierten en recursos de intercambio entre quienes son poseedores de éstos. No obstante, con las transformaciones sociales, políticas, culturales y económicas, este concepto, desde perspectivas más recientes, “… existe porque culturalmente hay una representación de él, porque socialmente hay una espacialización y un entramado de relaciones que lo sustentan y porque política y económicamente constituye una de las herramientas conceptuales más fuertes en la demarcación del poder y del intercambio… El territorio se convierte en la representación del espacio, el cual se ve sometido a una transformación continua que resulta de la acción social de los seres humanos, de la cultura y de los frutos de la revolución que en el mundo del conocimiento se vive en todos los rincones del planeta.” (Llanos Hernández, 2010)

La confluencia de múltiples culturas generada por los procesos migratorios, ha hecho que el territorio también se deba analizar considerando que la dimensión temporal no es unilineal, es decir, cada proceso humano se desarrolla en sus propios tiempos, pero estos procesos se entrecruzan, haciendo que el territorio no pueda leerse desde una sola mirada asociada únicamente a una porción de tierra en determinado lugar, sino que se deben interpretar las diferentes relaciones que se dan entre los grupos sociales que cohabitan en determinado contexto. Relaciones que muchas veces entran en disputa, cuando las ideas que cada grupo o comunidad tiene sobre las formas en las que se usa el territorio son contradictorias. (Aramburo, 2013)

Teniendo en cuenta lo anterior, se sitúa el lugar de la Memoria para aproximarse y entender el territorio y su transformación desde lo conceptual y lo práctico. La memoria debe entenderse como algo más que un recuerdo o el relato de ese recuerdo; si bien estos son dos aspectos fundamentales, la memoria busca trascender esa mirada individual del pasado para fortalecer procesos colectivos en los que se reconozca cuáles han sido las historias que les han atravesado y cómo éstas se relacionan entre sí a partir de referentes territoriales como el barrio, el sector o la cuadra. En Medellín, por ejemplo, esta forma de entender la memoria y el territorio pasa por “reconocer los barrios más allá de las imágenes estereotipadas y estigmatizadas con las que fueron identificados desde que fueron puestos en la escena pública a través de la problemática de la violencia y la guerra. Considerar la historia de estos barrios más allá de la violencia constituye, entonces, una estrategia de reconocimiento de elementos que permiten identificar procesos locales de participación y construcciones de ciudad.” (Quiceno Toro, 2012, págs. 225-226)

Así, la memoria permite generar nuevos discursos entorno al desarrollo, rompiendo con la mirada hegemónica que lo plantea en términos de progreso y riqueza, para hablar de relatos y construcciones colectivas, de otras formas de conocimiento, de diálogos interculturales e interdisciplinares, que aporten a que la transformación territorial sea verdaderamente resultado de las realidades y sueños de sus protagonistas sumadas a los esfuerzos de las instituciones del estado para abrir y potenciar más y mejores caminos.

En este sentido, hablar del territorio y su transformación con niñas y niños implica generar diálogos y reflexiones entorno a otros conceptos igualmente sensibles a sus propias realidades y experiencias; entre estos se encuentran: el cuerpo como primer territorio, la vivencia de la diferencia y la diversidad, el espacio privado y el espacio público (y sus matices), los roles sociales, el medio ambiente, la convivencia y los disensos que se dan en ella, la resolución creativa y pacífica de conflictos y el trabajo colaborativo para la incidencia y la transformación social y territorial.

Lineamientos metodológicos

A partir de identificar lo que es el territorio y sobre todo lo que implica su transformación basada en la memoria, se hace fundamental tener presentes los fines del proyecto Tenemos Algo que Decir y el CDCM, pues lo relevante es escuchar las voces de las niñas y niños del territorio que generalmente no han tenido un lugar activo en los procesos sociales e institucionales que se han llevado a cabo desde miradas adultocéntricas. Quizás por ello, las apuestas metodológicas y pedagógicas de los diferentes programas del CDCM están enmarcadas en reconocer todo el potencial colectivo, comunitario, creativo, de los habitantes del barrio y la comuna 4, apostando por la convivencia en la diversidad cultural que permite construir propuestas para fortalecer cada vez más el tejido social y los lazos comunitarios. (CDCM, 2020)

Así pues, con base en los objetivos específicos del proyecto Tenemos Algo que Decir (CDCM, 2021), se proponen algunos lineamientos metodológicos y didácticos que brindan orientaciones a las y los formadores del proceso, para que estas temáticas puedan ser abordadas valiéndose del potencial que ofrecen las disciplinas artísticas y culturales desde las cuales trabajan. Para ello, vale la pena recordar que el CDCM ha planteado “10 acciones clave para los encuentros y las expresiones” (CDCM, 2020, págs. 24-29) con las que se busca generar “preguntas que nos abren caminos para encontrarnos y expresarnos en lo diverso y lo común”; éstas son: jugar, refugiarse, recorrer, narrar, aprender, moverse, hacer amigos, conectarse, leer, enamorarse. Asimismo, el CDCM tiene una apuesta pedagógica (CDCM, 2020, pág. 37) enmarcada en “seis categorías para destacar la importancia de la cotidianidad y las vivencias de los participantes en el proceso de aprendizaje”, destacando el valor de la experiencia en el presente de quienes participan, del cuerpo como eje central, de la voz y las múltiples expresiones humanas con autonomía y libertad, de la experimentación y la invención, de lo colectivo y del territorio.

En este sentido, es importante que las y los formadores tengan en cuenta que las diversas disciplinas artísticas implementadas en este tipo de procesos se configuran como un camino, más que como un medio o un fin. El interés no debe estar centrado en la creación sino en el proceso creativo y en la participación efectiva de cada niña y niño, por eso, los productos creativos obtenidos al finalizar una actividad o un proceso se asumen como un resultado y no como un objetivo técnico; es importante ofrecer a las y los participantes una gama de posibilidades de ser y estar en relación con sus intereses y sus posibilidades así como con los propósitos que se han establecido como grupo, los cuales se definen en consenso.

Estos consensos tienen la finalidad de que el grupo genere acuerdos sobre lo que van a hacer y la manera en que se hará, por eso deben ser ampliamente participativos de manera que todas y todos se sientan parte de las decisiones tomadas como grupo. Una posible estrategia para lograr esto es que entre las y los participantes definan una temática de interés real y colectivo a partir de la cual desarrollar las actividades, estas temáticas pueden proponerse a partir de las categorías conceptuales relacionadas con el territorio y su transformación propuestas en esta guía.

Otros aspectos metodológicos fundamentales para realizar el trabajo con niñas y niños es considerar la perspectiva de derechos en todo momento; la ley 1098 de 2006 (código de infancia y adolescencia) ofrece las claves necesarias para que las personas adultas cuidadoras y los entornos protectores de niñas, niños, adolescentes y jóvenes tengan un marco de actuación con respecto a la garantía y la protección de los derechos de esta población, pues éstos son los que deben prevalecer en casos de conflicto de intereses, estableciendo las obligaciones de la sociedad y del estado, así como las rutas para el restablecimiento de derechos vulnerados.

En esta misma línea, se hace primordial promover la vinculación de las personas integrantes del hogar de cada participante, bien sea como parte activa durante todo el proceso o en acciones concretas; esto posibilita, por un lado, garantizar el derecho a la familia, y por otro, ampliar las miradas y comprensiones sobre el territorio que tienen otros habitantes de éste.

Es necesario entonces que las y los formadores tengan presentes en todo momento las tres fases del proyecto Tenemos Algo que Decir (CDCM, 2021):

1. La niñez nos dice qué sabe de su territorio: recolección de relatos de memoria histórica y conceptual del territorio.

2. La niñez expresa con creatividad lo que ve y piensa de su territorio: los niños y niñas realizarán productos multimediales con narrativas desde sus percepciones, posiciones y voces a través de estrategias de formación y creación.

3. La niñez nos manifiesta lo que quiere de su territorio: evento donde los niños y niñas socializarán lo que conocen de su territorio y expresarán qué desean para seguirlo habitando.

Lo anterior, con el fin de que las actividades del proyecto estén en sintonía con estos momentos y con los objetivos del mismo. La siguiente matriz es una propuesta de plan de trabajo en la que cada formador podrá plasmar los momentos, propósitos, acciones, recursos, para dar cumplimiento a las tres fases en la implementación del proceso:

Los momentos serán los pasos necesarios para que se pueda lograr lo esperado en cada fase, cada momento debe tener un propósito en relación con dicha fase; en el cuadro se proponen como ejemplo tres momentos en cada fase, pero esto dependerá de las condiciones reales del proceso; asimismo, es conveniente que las acciones y las técnicas a implementar tengan un soporte disciplinar, bien sea desde lo social, lo cultural, lo pedagógico o lo artístico, que evidencie la pertinencia de éstas en relación con los momentos, las fases y los objetivos del proyecto; por último, los formadores podrán proponer diferentes recursos o materiales que sirvan como vía para la implementación de cada momento del proceso de acuerdo con las posibilidades creativas que éstos ofrecen. Es importante tener en cuenta que la propuesta de Tenemos Algo que Decir incluye generar relatos multimediales para contar “historias significativas expresadas con la espontaneidad propia de las niñas y niños, plasmados mediante diferentes métodos expresivos y narrativos que integran diferentes iniciativas del CDCM”.

Adicionalmente, considerando la coyuntura actual generada por el covid-19, en la cual el contacto físico se encuentra limitado impidiendo realizar el reconocimiento del territorio tal cual es y obligando a ser y a estar a través de la virtualidad y las pantallas, es necesario que como profesionales y como institución se genere la reflexión permanente sobre las posibilidades actuales para habitar y transformar los territorios; estas son nuevas preguntas que aparecen a la hora de trabajar con las comunidades, aún no hay acervos teóricos o metodológicos que resuelvan dichas inquietudes, por ello, se hace necesario que las alternativas sean exploradas desde los entornos más inmediatos y accesibles para las niñas y los niños, dándoles el protagonismo que muchas veces se les desconoce así como promoviendo en éstos una actitud crítica con respecto a las situaciones que como seres humanos les atraviesan.

Por último, se propone armonizar las cuatro asesorías brindadas en el marco del proyecto Tenemos Algo que Decir, así como las diversas expresiones artísticas y pedagógicas del CDCM, contribuyendo a generar una metodología integral tanto en los aspectos conceptuales como didácticos y pedagógicos de todas las áreas involucradas en este proyecto.

Referentes para explorar

Los siguientes son algunos recursos que pueden servir a las y los formadores para seguir explorando estos asuntos, además de la bibliografía referenciada al final de este documento:

1. Cartilla para niñas, niños, adolescentes y adultos: https://docplayer.es/13508181-Cartillas-para-ninos-y-ninas-adolescentes-y-adultos.html 2. Código de Infancia y Adolescencia: https://www.icbf.gov.co/sites/default/files/codigoinfancialey1098.pdf 3. Conversatorios Con y Para la Niñez. Circo Momo:

 Entornos de cuidado: https://www.facebook.com/watch/?v=330714741632640
 Niñas y niños hablando sobre sus derechos en la pandemia y “cuando esto acabe”: https://www.facebook.com/watch/?v=586602265573946

Bibliografía

Aramburo, C. (2013). Producción de nuevas espacialidades y cambios de autoridad. Interacción globalización - conflicto armado - grupos étnicos. En C. Barreira, R. González Arana, & L. F. Trejos Rosero (Edits.), Violencia política y conflictos sociales en América Latina (págs. 192-213). Barranquilla - Bogotá: Universidad del Norte. Obtenido de https://manglar.uninorte.edu.co/bitstream/handle/10584/5549/violencia.pdf?sequence=1&isAllowed=y

CDCM. (2020). Aprendiendo juntos. Aprendizajes e historias del Centro de Desarrollo Cultural de Moravia. (M. J. Yepes, Ed.) Medellín. Obtenido de https://commons.wikimedia.org/

CDCM. (2021). Tenemos Algo que Decir. Voces de los niños y las niñas de Moravia y la comuna 4 Aranjuez.

Llanos Hernández, L. (2010). El concepto del territorio y la investigación en las ciencias sociales. Agricultura, sociedad y desarrollo, 7(3), 207-220. Obtenido de http://www.scielo.org.mx/pdf/asd/v7n3/v7n3a1.pdf

Quiceno Toro, N. (2012). Memoria y territorio en los procesos de desarrollo urbano en la ciudad de Medellín. En A. Góngora, N. Espinosa, & C. A. Tapias (Edits.), Nuevas antropologías colombianas. Experiencias metodológicas (págs. 220-236). Montería: Editorial Zenú.